Si algo hemos destacado en numerosas ocasiones de los bloques de cristal, es su versatilidad. Se trata de piezas estéticas, sencillas y muy decorativas. Eso las hace aptas para cualquier espacio y para todas las estancias del hogar. Y, ¿cuál es una en la que es cada vez más habitual verlos? El baño. Pueden emplearse con diferente finalidad pero, sin duda, una de las más originales, funcionales y con increíbles resultados es la de usar los bloques de cristal para duchas.

Por su composición, los bloques de cristal son muy resistentes, impermeables y traslúcidos. Tienen otras características y cualidades, pero destacamos estas tres por ser las que les permiten ser piezas perfectas para las duchas.

Luminosidad con privacidad

Gracias a que los bloques de cristal son un material traslúcido, permiten el paso de la luz y, a la vez, crear sensación de intimidad. Justo lo que necesitamos para una ducha, ¿verdad? Puesto que existen infinidad de modelos y piezas, además, podrás escoger el equilibrio entre luz/privacidad que mejor se adapte a tus necesidades y gustos.

Infinidad de posibilidades decorativas

Actualmente, la variedad de bloques de cristal para duchas es infinita. Diferentes tamaños, diferentes colores, diferentes acabados y hasta diferentes formas. Esto aumenta sus posibilidades decorativas y nos permite escoger entre una amplia gama para lograr el resultado final que mejor se adapte a nuestro baño y el estilo de nuestro hogar en general.

Adaptables a todo tipo de baños

 Otra de las características a valorar de los bloques de cristal es su sencillez constructiva. Son de fácil instalación y permiten crear cerramientos, mamparas o paredes planas o con formas curvas. Su versatilidad les permite adaptarse tanto en baños pequeños como grandes y, gracias a su resistencia e impermeabilidad, emplear bloques de cristal para duchas nos garantiza una gran durabilidad.